4 feb 2012

Pertenecer

Tenemos una necesidad natural de pertenecer, de ser aceptado. Crecemos con eso. En la familia, con los amigos, en la escuela. Queremos ser parte, queremos ser tomados en cuenta. “Somos” de ellos y “ellos” son de nosotros.

Hay algunos círculos que pare ser aceptado tienes que tener una lista de requisitos o pasar por ciertas pruebas. Después de que las pasas, te das cuenta que aun hay mas pruebas por superar para pertenecer. En el momento en que dejas de cumplir con los requisitos, dejas de pertenecer.

Hay una sospecha de infidelidad en todos. Cualquiera se puede “voltear” en cualquier momento. No todos pasan, solo los especiales y elegidos. Los demás no son dignos de nosotros. El orgullo corporativo te hace pensar: “El que no esta con nosotros no es nada”. Te enojas con aquellos que son infieles a la causa. Para probar tu propia fidelidad tienes que señalar a aquellos que crees que andan siendo infieles, con pruebas o sin pruebas.

La Iglesia no tiene que parecerse, en nada a esto. Jesús dijo “El que a mi viene, no lo echo fuera”. Seamos la Iglesia.

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