17 nov 2009

Amerita este escrito estar aqui.

Casi nunca publico en este espacio mis propios escritos. En esta ocasion estoy copiando lo que publique en el Boletin Electronico de Noviembre. Creo que amerita estar aqui.
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Nov. 2009

Mi Respeto y Admiracion a mis amigos

Hace unos años me encontraba en una ciudad al norte de México preparándome para un concierto. Como a las tres de la tarde recibo una llamada de una persona desde Cancún preguntándome a que horas iba a llegar para el concierto allá EN CANCUN. Le dije que no tenia ningún compromiso en esa ciudad. Me explico que una persona se hizo pasar por mi representante y había embaucado a varias personas en diferentes ciudades cobrándoles dinero en mi nombre para hacer una gira. Yo no conocía ni nunca había oído de esta persona. No había manera de que yo pudiera hacer nada. Fue muy triste el saber que llego la gente a un concierto que desde el principio, fue una mentira.

Debido a los Premios ARPA y a la Expocristiana hace unos fines de semana pude ver a viejos amigos y conocí a algunos nuevos que rápidamente nos identificamos.

Durante todos estos días mientras platicaba con cada uno que iba viendo, había un tema común. Una constante en todas las platicas es lo mal que los han dejado muchos después de que van y cantan en alguna congregación. “Dame tu numero de cuenta y te depositamos en unos días” (lo cual nunca sucede); o solo recibir un “Gracias por venir” después de haber corrido con los gastos de trasporte y alimentación para poder llegar; o como aquel que se ofrece como promotor, les cobra un dinero para conectarlos con las congregaciones y les cobra un porcentaje de los discos que vendan para después dejarlos tirados ya en el lugar. O como otro amigo que viajo por avión desde otro país pagando el su vuelo con la promesa de que llegando acá lo iban a mover, darle alimento y alojamiento. Al final termino solo encerrado en una casa, comiendo una sola vez al dia, sin que nadie lo moviera a ningún lado y con la deuda de su viaje. Otros amigos me platicaron que se recogió una ofrenda en su nombre después de tocar en una iglesia. El pastor vio cuanto fue y pensó que no se la merecían así que solo les dio menos de una sexta parte de lo que se recogió. La gente la dio para el grupo, no para el pastor ni pro- contrucción. Lo peor del caso es que de los pastores mencionados, algunos son mis amigos. Cuando estuve con ellos tampoco me dieron nada, pero pensé que era por la amistad y no por que era una costumbre de su parte (ups!!).

Cuando va uno a otra ciudad u otro país, es difícil el saber cual es el movimiento y con quien conectarse. Es algo que algunos se han dado cuenta y se han aprovechado de ello. La mayoría de mis amigos andan en la música porque creen que es un llamado. Se aguantan solo por eso.

Recibimos muchísimos correos de diferentes países diciendo “¿Cuando vienen?” o “Nos gustaría que vinieran”. Habiendo sido victimas también de algunos de estos "atracos", no podemos tomar en serio una invitación así. Si no hay algo en firme y alguien que se responsabilice de hacer bien el trabajo, no podemos ir.

Quizás puedas pensar que es culpa de mis amigos por confiar en desconocidos. Por un lado, quizás sea cierto. Uno peca de ingenuo al creer que todo el que se hace llamar Cristiano tiene a Cristo en el corazón y que sus motivaciones son las mismas que las de uno. Según escribió Juan, el que dice que es amigo de Dios debe vivir como vivió Jesús.

También he visto que muchos reniegan porque empresarios seculares están invirtiendo en conciertos Cristianos. Con estos empresarios hay un contrato y todo esta dentro del marco legal. Se puede ir uno a quejar con las autoridades y hay consecuencias de algún incumplimiento. Es por ello que cumplen al pie de la letra lo que prometen, por las consecuencias legales que pudiera tener. En el caso de las congres, no hay ni con quien irse a quejar.

La música es clave en la trasmisión del mensaje. Estas platicas con mis amigos solo han elevado el nivel de admiración por la entrega de cada uno de ellos, dejando sus familias e invirtiendo su vida y su tiempo (y muchas veces su dinero) para bendecir a la gente con el don que Dios les ha dado.

Mi mas sincero deseo es que esto cambie.

Edgar Lira